El proceso del bautismo de acuerdo con la mediación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, según cada caso tiene una causa y un efecto:
Figura: Causa y efecto del proceso del bautismo según la mediación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Es necesario para toda persona reunir las diferentes etapas del proceso del bautismo. En el caso del arrepentimiento, da como resultado la conversión a través de sus frutos. El bautismo de inmersión en agua sugiere la idea de simbolizar la muerte, sepultura y levantamiento en la resurrección de Cristo. Quienes reciben el sello del Espíritu Santo pasan por el fuego de prueba. Jesús y Pedro hacen mención del proceso del bautismo comparado en la siguiente tabla:
Figura: Comparación del proceso del bautismo visto por Jesús y Pedro.
En relación con el proceso de prueba, Dios prueba a la persona para dar a cada uno según el fruto de sus acciones: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas;…” (Jeremías 17.10 al 11). Dios examina la mente y observa cuidadosamente las intenciones de cada persona, verifica las actitudes, comportamiento, conducta y reacciones. Prueba el amor, la benevolencia y la generosidad de corazón, porque la buena voluntad está en no acumular injustamente las riquezas sin compartir.