SEGUNDA EDICIÓN LA COMUNIDAD DE FE: ACUERDOS DE FE



Basado en la Biblia Versión Reina - Valera Revisión de 1960 (RVR60)

3.8 LA COBERTURA Y PROTECCIÓN


Jehová Dios ha sido una fortaleza y libertador, de quienes lo invocan (2 Samuel 22.1 al 7; Salmos 40.16 al 17). La Escritura da por bienaventurado aquel cuya esperanza está en Jehová su Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que hace justicia a los agraviados, da pan a los hambrientos, liberta a los cautivos, levanta a los caídos, guarda a los extranjeros, al huérfano y a la viuda sostiene, reinará Jehová para siempre (Salmos 146.5 al 10).


Siendo nosotros hijos del Dios Altísimo nos dejó una protección contra la adversidad si somos justos (Proverbios 12.21). Sabemos que Dios hizo el día del bien para gozar y el día de la adversidad, que tanto lo uno como lo otro tienen un propósito (Eclesiastés 7.14), sin embargo, llegará el momento en que el mal no existirá más (Mateo 25.41; Apocalipsis 20.10). Este mal se opone a Dios y por consiguiente adversa contra sus hijos (Job 1.6 al 11, 2.1 al 6; 1 Pedro 5.8; Apocalipsis 12.9, 20.2 y 10). Donde hay contienda, destrucción, división, mentira, odio, oposición, pleito, rencor y toda clase de maldad, está la adversidad, el mal y malignidad presente. Los nombres relacionados son los siguientes:


a) Acusador (Apocalipsis 12.10).
b) Beelzebú (Mateo 12.24 al 27).
c) Belial (2 Corintios 6.15).
d) Destructor, Apolión (Apocalipsis 9.11).
e) Diablo (Mateo 4.1).
f) El dios de este siglo (2 Corintios 4.4).
g) El malo (Mateo 13.19).
h) Engañador, mentiroso, homicida, adversario y astuto (Génesis 3.1; Juan 8.44; 2 Corintios 2.11; 1 Pedro 5.8; Apocalipsis 2.24).
i) Maligno (Efesios 6.16).
j) Principe de la potestad del aire (Efesios 2.2).
k) Satanás (2 Corintios 11.14).
l) Serpiente antigua y gran dragón (Apocalipsis 12.9).
m) Tentador (1 Tesalonicenses 3.5).

El temor de Dios es una base principal para hallar gracia ante sus ojos, como la cualidad de Job: ser temeroso de Dios (Job 1.1, 2.3, 4.6). Este es el principio de la confianza y sabiduría (Salmos 111.10, 119.161; Proverbios 1.7, 8.13, 14.26 al 27, 15.16, 33, 19.23; Eclesiastés 12.13; Isaías 66.2; 2 Corintios 7.1; Efesios 5.21; 1 Pedro 1.17; Apocalipsis 14.7). El temor de Dios proporciona estabilidad, felicidad, gozo, satisfacción, seguridad, es el principio de la obediencia, pero no por miedo al juicio, como un temor de cobardía, inseguridad y miedo (Apocalipsis 21.8), prejuicio o idea preconcebida que cohíbe actuar con libertad. El verdadero amor echa fuera el temor (1 Juan 4.18). Dios se agrada de cualquier nación que le teme y obra justicia (Hechos 10.35). Dios mismo ha puesto temor en el corazón, para que no se aparten de él (Jeremías 32.40), este temor de Jehová es aborrecer el mal (Proverbios 8.13). En un hogar donde hay temor de Dios, hay bendición y protección de Dios, está la fuerte confianza y esperanza, es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte (Proverbios 14.26 al 27).


Dios en su cobertura y protección está en contra de las conductas subversivas, que son aprendidas y se oponen a la voluntad de Dios, como las prácticas de la adivinación (Levítico 19.31), del agorero en supersticiones o sortílego en adivinación por medio de suertes (Deuteronomio 18.10 y 14), del espiritismo como médiums al tratar de comunicarse con los difuntos (Deuteronomio 18.11 al 12), la hechicería (Gálatas 5.20), que tendrá su parte en el lago ardiente con azufre y fuego, que es la muerte segunda (Apocalipsis 21.8). Solo Dios provee la cobertura y protección espiritual, ningún ser humano puede sustituir a Dios: “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre… y su corazón se aparta de Jehová…” (Jeremías 17.5 al 8).