En conformidad con los propósitos de Dios, encontramos, durante el primer pacto, muchos testimonios de mujeres en labores de servicio a Dios y al pueblo, por ejemplo, Débora fue una mujer usada por Dios como profetisa y gobierna durante un tiempo a Israel como juez. Dios la utiliza para darle dirección a Barac al juntar a diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón, para pelear contra Sísara, capitán del ejército del rey Jabín de Canaán.
También en este tiempo, por mano de otra mujer llamada Jael, dio muerte a Sísara por voluntad de Dios y en cumplimiento de una profecía mencionada por Débora
La Escritura cuenta la historia de Rut, la moabita, descrita como una mujer virtuosa y reconocida por las mujeres de su época, además da a luz a Obed, padre de Isaí, quien a su vez llega a ser padre del rey David
Una mujer muy especial es Agar, a quien le habló el ángel de Dios desde el cielo y Dios le proveyó agua en el desierto, para que no muriera junto con su hijo Ismael, de quien Dios hace una gran nación
A una mujer estéril conocida como Ana, Dios le concede la petición de tener un hijo llamado Samuel, el mismo es dedicado delante de Jehová y ministra junto al sacerdote Elí. Este Samuel llega a ser un gran siervo de Dios como profeta. Tiempo antes, a Sara de edad avanzada y estéril, Dios le concede un hijo llamado Isaac, uno de los patriarcas juntamente con Abraham su padre y Jacob su hijo, recibe fuerzas para concebir y dar a luz fuera de la edad, por haber tenido fe en la fidelidad de Dios, según la promesa
También en tiempos de Josué, una mujer llamada Rahab, es salva junto con su familia en la destrucción de Jericó, ella tiene suficiente fe para esconder y ayudar a escapar a los espías de Israel
Otra mujer virtuosa fue Ester proclamada reina en tiempos del rey Asuero, quien reinó desde la India hasta Etiopía